
Los Estados de toda Abya Yala condenan a nuestros pueblos a la muerte y el hambre. Los capitalistas, los dueños de la industria extractiva y el retail, no están dispuestos a asumir las pérdidas de la crisis. Por eso desde nuestras comunidades y desde los grupos anarquistas y libertarios, tenemos que desplegar por los territorios las herramientas organizativas que históricamente han practicado nuestras comunidades para enfrentar el hambre, sobre todo las mujeres que día a día ponen al centro la defensa de la vida.
A multiplicar la solidaridad, las ollas comunes y las redes de abastecimiento!
En comunidad nos apañamos, resistimos y cuidamos!
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